Skip to main content
Skip to main content
cesta
Buscar
País

Salir de mi Zona Confort

¿Por qué alguien que tiene miedo a las alturas, querría hacer un salto en tandem?

Esta es la pregunta que me hecho a mí misma, una y otra vez durante las últimas 6 semanas. Inicialmente consideré apuntarme para hacer un salto y luego después caí en la cuenta de lo que realimente estaba a punto de hacer.

La respuesta es muy simple. Ni siquiera contemplaría hacer esto para cualquier persona,estoy segura. La únicarazón por lo que lo haría seríapara recaudar fondos suficientes para donar a la organización benéfica que más me ayudó durante mi proceso de cáncer de mama.  Para ser totalmente honesta, la suma de dinero nunca sería suficiente, pero por hacer algo que me empuje más allá de mi zona de confort,  creo que demuestra,  mi nivel de gratitud y confió en poder recaudar una cantidad importante de dinero en el proceso, lo que garantiza que la asociación de caridad “Wessex Cancer Trust”, puede continuar  ayudando a otras personas como yo, luchando por la vida durante y después del tratamiento del cáncer.

¡Manos sudorosas! 

Cuando me apunté para el salto, nunca imaginé como sería. ¿Cómo podría? Hacía cualquier cosa para no pensar en ello, porque cada vez que lo hacía, las palmas de mis manos comenzaban a sudar. Conforme iba pasando el tiempo, contaba a más personas lo que iba a hacer que, inevitablemente, me preguntaron"¿¡Por qué!?" (Dado mi miedo a las alturas o por otra parte, caer desde una gran altura). Tenía claro que la ayuda querecibí de la caridad fue  muy importante para mí y habría muchas otras personas que también necesitarían su ayuda, así que sólo quería ayudar para que continuasen haciendolo.  Es probable que los cirujanos me hayan  salvado la vida, pero Wessex Cancer Trust me habían dado una vida digna de ser vivida, y quería vivirla, al máximo.

Breast cancer survivor shows supportSorprendentemente, la noche anterior del salto, dormí muy bien. Tal vez porque la idea de saltar de un avión era demasiado grande para que mi cerebro lo podría comprender, pero tal vez también porque el pronóstico del tiempo para el día siguienteno no era bueno, en absoluto.

Durante toda la mañana, llovió fuertemente sin signos de aclarar y como las otras personas comenzaron a reprogramar sus saltos, decidí hacer lo mismo. Desde la comodidad de un pub local, almorcé con mis amigos y contemplábamos como caía la lluvia, y luego, de repente las nubes se abrieron para revelar un hermoso cielo azul de otoño. De repente, las condiciones para saltar eran perfectas. Decidí volver a la pista de aterrizaje y ver si podía realizar el salto. Llegué demasiado tarde, o al menos eso parecía, las plazas  programadas que se habían pospuesto, estaban siendo retrasadas 2 horas y mi plaza había desaparecido. Nos invitaron a mí y a mis amigos aesperar y ver si se podía hacer algo para encontrarme un hueco, por lo que esperamos.  Una hora más tarde, justo cuando me había resignado al hecho de que no iba a saltar, me llamaron para ser la siguiente en salir. De repente la realidad me golpeó de lleno. De repente me sentí enferma y estaba lamentando por haber almorzado tan pronto, pero ya no había marcha atrás.

¡Un nudo en el estómago!

Mi compañero de salto, Jay fue genial.  De forma muy tranquila me comentó lo que iba a sucede ren cada paso, lo que me dio mucha tranquilidad. Me presentó a la persona que iba a filmar mi salto -

Breast cancer survivor skydives for charityOlga, que me realizó una pequeña entrevista previo a mi salto. Mi estómago empezó a hacerse un nudo – y según transcurría la entrevista, me di cuenta que mis nervios estaban empezando a sacar lo peor de mí – Empezaba ajuguetear con mi arnés y, sin saberlo, ¡había desatado  una de las cinchas! Por suerte sólo había desatado una cincha sobrante, que estaba cuidadosamente escondida con el fin de no agitarse alrededor.

Cuando me dirigía hacia la pista, me llamaron mis amigos:

“Miranda ¿Has visto el mensaje que llevas en  la espalda?”

Nos les pregunté que ponía el mensaje. Contestaron “¡No querrás saberlo!” Obviamente,fue entonces cuando necesitaba saber que ponía el mensaje.

¡Peligro! A veces puede no funcionar correctamente el sistema de Paracaídas, incluso cuando la fabricación, montaje, envasado y el manejo ……..

Cinco saltadores en tándem iban en un avión junto con la tripulación de fotografía, para ascender a 10,000 pies de altura.  Mirando por la ventana de repente,  el nivel del suelo parecía estar muy lejos, todo parecía muy irreal.  Mirando hacia atrás, creo que no fui capaz de procesar todo lo que estaba pasando o lo que estaba a punto de suceder. Era como si estuviera sucediendo a otra persona y yo estaba viendo desde la barrera.

¡Caída Libre!

La puerta se abrió, salto el primer tándem, luego el siguiente. En cuestiónde segundos era mi turno. Caminamos hacia la puerta y en ….1…..2….3.. estábamosfuera, en caída libre, aunque en realidad no sentía que me estaba cayendo enabsoluto.  Era como aterrizar sobre almohadassuaves con el viento soplando en mi cara. Mantuve mis ojos abiertos, porque noquerría perderme nada, quería recordar esta experiencia, que me hacía sentirmás viva que nunca.

Breast cancer survivor skydives for charityEra algo que jamás hubieramedium imaginado antes. Me  sentía libre, fortalecida y liberada. Treinta segundos más tarde, se abrió el paracaídas. No tenía la sensación que nos estábamos cayendo, todo lo contrario, de hecho, me sentí totalmente amarrada a un columpio. Mirando hacia el horizonte, sin ningún ruido rea ldel entorno, había una maravillosa sensación de calma y serenidad, exactamente lo contrario de lo que me hubiera imaginado que sentiría en ese momento.

Cinco minutos después estábamos aterrizando en la pista. El salto había terminado. Realmente fue una experiencia increíble y que uno repetiría sin duda, ¡tal vez desde los 15,000 pies de altura la próxima vez!

Mi diagnóstico de cáncer cambió considerablemente mi perspectiva de la vida y estilo de vida.  Hace poco más de un año, mi zona de confort no iba más allá de mi casa, y ahora, me he enfrentado a unos de mis temores más grandes, para demostrarme lo lejos que he llegado y para agradecer el apoyo incondicional que he recibido de la asociación de caridad de cáncer, que me ayudó a seguir hacia delante en los tiempos duros.